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Eurocentrismo

El término ‘Eurocentrismo’ denomina una visión del mundo que, implícita- o explícitamente, presupone la historia europea como “normal” o superior a otras, ayudando a producir y justificar la posición dominante europea dentro del sistema global capitalista. Las críticas latinoamericanas, en particular, han producido un análisis del eurocentrismo que vincula su dimensión epistemológica, es decir el conocimiento eurocentrista, a aspectos económicos como por ejemplo la organizacion del capitalismo mundial y la explotación económica (véase Quijano, 2000). En el corazón del eurocentrismo descansa una forma de pensamiento binaria que construye una identidad blanca, progresista, moderna y civilizada, cuyo opuesto es un Otro negro/indígena, subdesarrollado, tradicional y bárbaro de las colonias. La organización continua del poder a lo largo de estas líneas, ambas en un nivel transnacional y dentro de las respectivas sociedades, es lo que Aníbal Quijano denomina “la colonialidad del poder” (Quijano, 2002).

Muchas críticas sustanciales del Eurocentrismo, como por ejemplo el Orientalismo de Edward Said (1978) o el Eurocentrismo de Samir Amin (1988), se han centrado en la producción del conocimiento eurocentrista a través del encuentro europeo con el Oriente y su construcción como entidad distinta. La localización que resulta de la división colonial entre oriente y occidente ha fallado sin embargo en incluir la experiencia latinoamericana (Mignolo 1998). Mientras que tanto Norteamérica como Latinoamérica son consideradas parte de occidente, estas han sido y continúan siendo afectadas por el eurocentrismo de maneras muy distintas. Con respecto a su inserción en la economía mundial, la experiencia histórica de los Estados Unidos como parte del centro, por ejemplo, difiere sustancialmente de la experiencia de algunos países de América Latina cuyos sectores productivos fueron organizados de tal manera que sirvieran a las necesidades de los poderes neo-coloniales. La manera en que los valores eurocentristas estructuran las relaciones inter-americanas se vuelve refleja en, por nombrar un área, la cooperacion para el desarrollo. Aquí, actores estadounidenses intervienen en el nombre de la democracia liberal y el desarrollo en las sociedades latinoamericanas para ayudarlas a acercarse al modelo universalizado del Estado desarrollado del norte. En un nivel intra-societal, los estudios poscoloniales han señalado como las categorías eurocentristas, tal como ‘raza’, continúan estructurando las relaciones entre individuos tanto en América del Norte como del Sur, por ejemplo a través de la explotación de trabajadores migrantes.

Modernidad, Historia Universal y las Américas

Ejemplos prominentes son los conceptos de modernidad, progreso e historia universal, los cuales han sido identificados como inherentemente eurocentristas. El recuento estándar, como se presenta en enciclopedias e historias europeas, define modernidad como un proceso intrínseco europeo de progreso económico y moral. Investigadores que contribuyen al programa de investigación sobre la modernidad/colonialidad latinoamericana han dirigido la atención al carácter mítico de esta narrativa, argumentando que tanto colonialidad, entendida como un patrón de violencia europea en las colonias, como modernidad, deben ser entendidas como dos lados de la misma moneda. Ellos subrayan, además, el rol constitutivo del ‘descubrimiento’ de América, el cual permite a Europa situarse en el centro epistemológico y económico del sistema mundial moderno. La idea moderna de historia universal, es decir la escritura de la historia de la humanidad en el marco de un tiempo progresivo y lineal, también ha sido criticada como inherentemente eurocentrista. Esto es porque interpreta el desarrollo europeo como siguiendo el curso normal y necesario de la historia y, consecuentemente, tan solo acomoda la experiencia de otras regiones del mundo con relación a ella. La construcción de las Américas a través de un lente europeo es representada por el hecho de que, por un largo tiempo, muchos recuentos de la historia americana empezaban con la llegada de los colonizadores (Muthyala 2001). Las estrategias desarrolladas para desafiar esta narrativa maestra eurocentrista contemplan remplazar el descubrimiento con el desastre para subrayar la violencia inherente en este proceso que fue parte clave de la modernidad europea.

Geopolítica del conocimiento

Contrastando con los etnocentrismos locales, el eurocentrismo perfila la producción del conocimiento y su proliferación mas allá de Europa y del hemisferio occidental. Esto es posible, argumentan los críticos, gracias a la pretensión propia misma de su epistemología, de que el conocimiento no tiene lugar (locus). En el pensamiento occidental, la proclamación de Descartes de una separación entre mente y cuerpo ha conducido a una imagen del sujeto productor de conocimiento como abstraído de toda realidad social, sexual y racial (Grosfoguel 2006: 20 sigs; Gandhi 1998: 34 sigs). En consecuencia, las categorías analíticas como el Estado, la democracia, la igualdad, etc., formadas bajo el trasfondo de una experiencia europea particular, son entonces declaradas como universales, válidas y aplicables independientemente del espacio (Chakrabatarty 2002: 288). De acuerdo con Edgardo Lander (2002: 229), esto conlleva a una naturalización de los valores liberales y a la devaluación del conocimiento fuera del sistema cientifico prescrito. La auto-colocación exitosa de Europa como centro de la historia causó además que universidades fuera de Europa enseñaran desde un punto de vista igualmente europeo e incluyeran predominantemente a pensadores ‘del norte’ en sus cánones académicos. La investigación poscolonial ha señalado que el conocimiento producido en el sur global es reconocido si los académicos respectivos están trabajando para universidades europeas o estadounidenses (Castro-Gómez 2005: 35). Como una forma de desafiar la hegemonía del conocimiento eurocentrista, en varios paises latinoamericanos se han fundado universidades indígenas. Éstas exigen que distintas formas de conocimiento sean reconocidas como válidas y sugieren que el conocimiento indígena pueda inspirar nuevas metodologías.

En síntesis, el eurocentrismo es un concepto acuñado por sus críticos, quienes analizan su complicidad para mantener estructuras de poder que legitiman la devaluación de formas de vida, así como la opresión de personas que no se conforman con normas e ideales europeos. En este sentido, las críticas al eurocentrismo a menudo han sido formuladas en nombre de aquellos que sufren de una organización eurocentrista de la economía y del conocimiento global. Sin embargo, dado que se ha visto que el eurocentrismo está arraigado en principios que estructuran las relaciones de conocimiento y poder en todas las partes del mundo, existe la preocupación de que este limite la misma posibilidad de la crítica, impidiendo que aquellos que están más afectados por él hablen y sean escuchados (ver Spivak 1988). Este permancerá siendo un debate controversial.

Hannah Franzki

Favor citar como:
Franzki, Hannah. 2012. “Eurocentrismo.” InterAmerican Wiki: Terms - Concepts - Critical Perspectives. https://uni-bielefeld.de/einrichtungen/cias/wiki/e/eurocentrism.xml.

Bibliografía

Amin, Samir. 2009. Eurocentrism. Modernity, Religion, and Democracy. New York: Monthly Review Press.

Castro-Gómez, Santiago. 2005. La poscolonialidad explicada a los ninos. Popayán: Editorial Universidad del Cauca.

Chakrabarty, Dipesh. 2000. Provincializing Europe. Postcolonial Thought and Historical Difference. Princeton: Duke University Press.

Gandhi, Leela. 1998. Postcolonial Theory. A Critical Introduction. New York: Columbia University Press.

Grosfoguel, Ramón. 2006. “La descolonización de la economía, política y los estudios postcoloniales: transmodernidad, pensamiento fronterizo y colonialidad global.” Tabula Rasa 4: 17–48.

Lander, Edgardo. 2002. “Ciencias sociales: saberes coloniales y eurocéntricos.” Colonialidad del saber: eurocentrismo y ciencias sociales. Perspectivas latinoamericanas, ed. Edgardo Lander, 11-40. Buenos Aires: CLACSO.

Muthyala, John. 2001. “Reworlding America: The Globalization of American Studies.” Cultural Critique 47, no. 1: 91–119.

Quijano, Anibal. 2000. “Coloniality, Eurocentrism, and Social Classification.” Neplanta 1, no. 3: 533–580.

Quijano, Anibal. 2002. “Colonialidad del Poder, eurocentrismo y America Latina.” In La Colonialidad del saber: eurocentrismo y ciencias sociales. Perspectivas latinoamericanas, ed. Edgardo Lander, 201-246. Buenos Aires: CLACSO.

Quijano, Anibal and Immanuel Wallerstein. 1992. “Americanity as a concept, or the Americas in the modern world-system.” International Social Science Journal 44, no. 4: 549–557. Said, Edward W. 1995. Orientalism. London: Penguin Books.

Spivak, Gayatri C. 1988. “Can the Subaltern Speak?” In Marxism and the Interpretation of Culture, ed. Cary Nelson and Lawrence Grossberg, 271-313. Basingstoke: Macmillan Education.


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